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Depresión: El día D | Notas de actualidad | La Red de la EOL

Notas de actualidad

Depresión: El día D
Silvia Baudini

El 9 de octubre fue decretada la Jornada Europea de la depresión, esto es una celebración relativamente reciente. En Estados Unidos la Jornada Nacional de la Detección de la Depresión existe desde 1991 [1]. Leemos en un artículo publicado en internet con fecha 25/sep/2007: " La OMS ya estipula que la depresión va a ser en 2020 la segunda causa de incapacidad del mundo, lo que pone a este trastorno anímico y mental en un lugar bastante preocupante".

Esta preocupación, pero por su reverso, es lo que como analistas ponemos en un lugar trascendente. Sabemos que cuando algo se dice y se pronuncia desde un lugar de "autoridad supuesta" como lo es la Organización Mundial de la Salud, rápidamente se ponen en marcha mecanismos de control, o sea políticas sanitarias tendientes a reducir y resolver el problema. Sin descartar los poderosos intereses económicos de los laboratorios, o mejor dicho resaltando este factor. Pero, ¿qué pasa cuando la depresión es un fenómeno reactivo a un imperativo, cuando es un modo del sufrimiento engendrado por ese mismo mecanismo por el cual se quiere poblaciones felices?

En Londres un famoso economista, Lord Layard, postula la felicidad como un factor fundamental de la política económica. Estar deprimido es antieconómico. En Felicidad, Layard cuenta cómo por primera vez se puede medir la felicidad de una población de una manera objetiva. Y que los resultados de décadas de encuestas y escaneos cerebrales muestran que, una vez pasado el nivel de subsistencia, lo que nos importa de verdad es si el pasto del vecino es más verde que el nuestro [2].

Esta breve síntesis del pensamiento del británico Layard nos permite ver de qué sociedad se trata la que propone él. No una sociedad justa donde cada uno tenga un nivel de vida digno, sino una sociedad de vigilancia del vecino para sostener lo propio, es decir "una superación" constante, no de sí mismo, sino de lo que tiene mi prójimo.

Es así como la "depresión", diagnóstico errado en la mayoría de los casos que vienen a la consulta, fuera un modo de defensa frente a esta propuesta de sociedad donde primaría lo que una reciente película mostró en su absoluto fracaso, si bien con un signo político diferente: La vida de los otros. El resultado es sin duda una infelicidad sin atenuantes.

El deseo, nos dice Freud, es inconsciente y singular. No está en las dependencias de la realidad pero es capaz de hacer con ella para vivir de un modo más satisfactorio.

El deseo orienta mucho más que el color del pasto del vecino, porque es color de vida.

Como analistas proponemos escuchar a cada persona en lo singular de su demanda, de su padecimiento y de su dolor. No esperamos que sean más felices que el vecino, sino más próximos de su propio deseo. El día d es entonces con minúscula, que es como Lacan abrevia la palabra deseo.

 


  1. Miller,J.-A. Le Nouvel Âne, NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2007 NAVARIN ÉDITOR.
  2. La Nación Domingo 6 de agosto de 2006.